"La anécdota"

Era un sábado, estoy segura porque era el día que recibía las clases de cine en la universidad. Algunos alumnos adaptados y muy responsables  estaban recibiendo clases, mientras otros llegamos tarde y la verdad nos dio ese mal que ataca muy seguido a las personas, pereza. Esperamos que diera la 1 de la tarde mientras platicábamos sobre películas y sobre uno que otro cortometraje que habíamos visto recientemente.

El reloj marca la una de la tarde, los alumnos que estaban dentro del salón salen por grupos, mientras unos empiezan a encender su cigarro. Como era de esperar, llegamos y pedimos unos cigarros regalados, mientras algunos decían “Bueno entonces que hacemos hoy?”

“Vamos a tomar algo” “Vamos a comer” “Vamos al cine” “Vamos a mi casa” “Bueno porque no vamos a Vistermosa?, así celebramos el cumpleaños de Michelle de una vez.”

A todos nos pareció  una buena idea, pero había un problema, “Mike podes darnos jalón a Vistermosa?”

A lo que Mike no se niega, pero aún no sabe que éramos como nueve personas. Al llegar a su carro no dimos tiempo a que alegara y empezamos a subirnos, pero Pepe no tuvo suerte. “Bueno ahora que hacemos? El Pepe no cabe…” “Me voy aquí en el baúl” “Orale metete”.

Llegamos a “Las Sombriitas”, nombre que se le da al Super 24 de este lugar, nos bajamos todos como que éramos carro de payasos y bueno empezamos a lo que íbamos. “Haber cuánto dinero traen?” “Yo pongo 20” “Va yo tengo 30 y cigarros” “Ok yo tengo 50” “Gallo verdad?” “Si awevos, ahí compras algo de comer también”.

Nos sentamos y empezamos a tomarnos las cervezas, pero no podía faltar el Wicho y dice: “Muchá yo tengo un porrito… Quieren?” A lo que con voz unánime todos respondieron que sí. “Bueno pero vamos al parquesito que está atrás.” Todos empezamos a caminar y llegamos a un como “ranchito” donde nos sentamos y empezamos a platicar y a fumar.

A los pocos minutos aparece una señora con un niño, lo primero que pensé fue “Nos va a robar awevos”, pero no dije nada, en realidad no podía. Solo jalé un poco más hacia mí mi morralito y todos nos quedamos atónitos viéndola. La señora paseaba a su niño pero no dejaba de vernos, pero al rato se acercó. Solo oí un “puta ahí viene”. La señora se acercó y señaló la botella de cerveza, a lo que yo pensé, “awevos esta vieja salida de AA, la chela quiere”, pero nadie decía nada, solo ella: “De quién es ese envase?” A lo que yo, por ser la más próxima al envase respondí: “De nosotros”. Nadie dejaba de verla, pero nadie decía nada. Ella de nuevo habló y dijo: “Eso es malo, eso no le gusta al señor Jesucristo”, “AWEVOS!! Esta vieja lo que quiere es evangelizarnos!”. A lo que al fin alguien respondió: “No nos chingue con eso ahorita”. Y así empezó un gran pleito. Luego se quedó callada y empieza a contar “su secreto”, debe mucho dinero para esta compañía que es como Ebel pero no es Ebel. A lo que yo de nuevo pensé: “Ahh, ella lo que quiere es pisto”. Pero no, luego empezó a regalarnos productos que llevaba en su mochila. Ella entre tanta mulada que dijo, nos puso de culo cuando nos afirma: “Yo a uds ya los conocía, los conocí en un sueño y Dios me dijo que tenía que venir a salvarlos”. Ustedes se podrán imaginar la cara de estúpidos que teníamos todos en ese momento.

Por su lado su niño atentaba contra su vida subido en un pasamanos, y gritaba: “Mama, mama, me voy a caer”, ella solo lo veía y le decía: “Ahorita no me chingues, estoy platicando”. A lo que nosotros, muy estúpidos pero nada lentos, le dijimos: “Vaya a ayudarlo, se le va a morir”. Ella efectivamente fue ayudarlo.

Era el momento de escapar, al menos era lo que yo pensaba, pero mi cuerpo no respondía. Meme dijo: “Muchá vámonos ahorita” Pero fue cuando me dí cuenta que nadie podía moverse. Estábamos pegados a esos sentaderos de concreto, era horrible. Todos empezamos a preocuparnos mucho, y ella regresó. Al final, llegaron otros amigos y la espantaron.

Pero pasaron como 2 semanas y todos seguíamos contándonos que la seguíamos viendo, o imaginando. Nadie sabe qué fue lo que tenía ese “porrito” del Wicho. Pero los otros amigos que llegaron la vieron, así que no estábamos alucinando. Eso nos deja una lección: “Go with the flow.”

Esto pasó hace ya algún tiempo, aún hoy escribiendola me daba risa. Aunque creo que es una historia que para el que no estuvo ahí, tal vez no la entienda... Pero realmente me pela la verga.  

Agradecimientos Especiales a:

Mike

Meme

Pepe

Wicho 

Michelle

La señora de los Sueños (Angélica)

El hijo

El porrito de Oaxaca