Agatha

1, 2, 3, 4, 5, 6, y así iba la cuenta de muertos en el país. Mientras los demás no podíamos hacer algo más que ver agua por todos lados, incluso, ni siquiera podíamos verla, no había luz.

corte a:
Imaginense una familia que va dentro del carro, el papá tratando de ver el camino, todos atentos a lo que dice la radio. Oyendo el caos, pero escuchando dentro de sus mentes, un sonido constante y latente, un pequelo pito que no deja de sonar, y al que si le pusieran atención un momento, se desesperarían y probablemente sentirían que la cabeza les explota. Un momento en su vida se detiene, el niño más pequeño le dice a su mamá: mamá, tengo miedo. Y la mamá le contesta: ya llegaremos a la casa. Dormite un rato. Al terminar de decir esto, una enorme piedra cae encima de ellos. ¿Y entonces?
Si, se murieron y la cuenta de muertos aumenta.

Es solo una cifra, es un desastre natural, nada podemos hacer, solo esperar y esperar por buena suerte.