Lo que opina un sociólogo guatemalteco de la socidad guatemalteca

La sociedad guatemalteca se parece a un oscuro edificio, de una extraña forma triangular, de aspecto contradictorio de lejos y desagradable de cerca, que produce la impresión de haber sido construido por múltiples arquitectos, unos de muy mala calidad profesional, y que, disímil, pareciera estar a punto de implosión. Es una mezcla de estilos arquitectónicos incompatibles e incongruentes: repugnante en su estructura profunda de donde se elevan con dificultad muros grises, sucios. Luego, en la base, breves espacios de ventanas multiformes, con las maderas y los vidrios rotos, como si fueran los ojos enfermos de un ser deforme, orificios apiñados, dando la sensación de un pesado conjunto de estrechos departamentos con jirones de ropa secándose en el exterior.

¿Tiene cinco o tres pisos? Parece un edificio de tres niveles hacia arriba y dos ocultos, hacia abajo. En el interior de esta desfigurada construcción, contradictoria, conviven con disgusto casi general más de 11 millones 361 mil 330 guatemaltecos y guatemaltecas.

SÓTANO 2:

El sótano tiene un aspecto de cárcel, antihigiénico, prácticamente sin acceso a servicios básicos de saneamiento, agua potable y electricidad, y también con escaso acceso en equipamiento doméstico. Es un mundo de oscurantismo e ignorancia: 43% es de analfabetos y el promedio-años de escolaridad es de 0.8, cálculo que se hace comparando la edad de la persona con el promedio de edad ideal si fuera a la escuela.

SÓTANO 1:

Es probable que también del estrato bajo, igualmente violento y con débiles mecanismos de internalización de los valores de la convivencia social, salgan las “maras” y se recluten aquí una regular cantidad de malhechores, que van al presidio o al cementerio. No hay datos certeros, pero de la información periodística puede inferirse que aquí y en el piso anteriormente descrito aparecería lo que se llama el lumpen proletariado, cuyo rasgo mayor es su desclasificación social, su marginalidad que los hace víctimas de las drogas, del aguardiente degradado y, como se dijo antes, de conductas antisociales.

No están organizados en función de algún eje de interés colectivo, son ignorantes de la política nacional; y seguramente sólo un número menor de gente del estrato bajo participa en las elecciones, por el agobio material de su difícil supervivencia. Sólo muy pocos leen la prensa popular que hoy día prolifera en Guatemala y no tendrán nunca la oportunidad de leer un libro; viven en un clima de oscurantismo, aunque algunos de entre ellos son adictos fervorosos de la radio, que constituye su mejor medio de información. Igualmente, aunque en porcentajes menores, son practicantes católicos o evangélicos y creen en el chamán y en las predicciones de la brujería. En este nivel hay muy pocas puertas de salida y las relaciones sociales son igualmente rudas y desesperanzadoras.

PISO 1:

Aquí se encuentra el típico mestizo, ése que reniega de sus evidentes raíces indígenas y se comporta reconociendo negativamente a los más pobres y a los claramente indígenas (conducta común en otros estratos). Son en su mayoría urbanos, compran la prensa popular (Al Día y Nuestro Diario), se movilizan en autobús y un pequeño sector tiene automóviles, viejos casi siempre, que cuidan con fervor filial. Compran en tiendas y supermercados de barrio, toman “venado” o “indita”, y se surten de ropa comprada en PACA, ropa usada que luego llaman “seminueva”.

PISO 2:

Son todos alfabetos, con 11 años promedio de escolaridad, lo que revela un sector numeroso con educación superior completa. Forman parte del gran público de los cines, los restaurantes y los espectáculos pagados. Leen y en el nivel superior hablan otro idioma. Sin duda pertenecen a ese grupo de ciudadanos que tiene dos probabilidades entre 10 mil de tener educación en arte; a los dos de cada mil que tienen la posibilidad de leer un artículo en los diarios, y a los tres de cada 50 mil personas que pueden asistir a un concierto a lo largo del año.

EL PENTHOUSE:

En general, la elite que habita el Penthouse tiene espacios a su disposición en la forma de varias salas y dormitorios con pantry y walking closet, sitios privados de diversión, jardines, garages. Disponen de abundante servicio doméstico, choferes y guardaespaldas. Son todos alfabetos y muchos bilingües; la escolaridad es de 14.3 años promedio. Los hijos van a la universidad privada y muchos culminan sus posgrados en el exterior, del cual a veces no regresan. Disfrutan del total ideal en lo que se refiere a la disponibilidad de electrodomésticos, tv, computadoras, automóviles de lujo y para otros usos y en numerosos casos, helicópteros, avionetas y lanchas de motor.

Es una elite criolla y/o blanca europea y sólo excepcionalmente es mestiza; practican la endogamia y el racismo así como formas abiertas de discriminación en sus relaciones sociales. Tienen lo que se llama “impunidad de clase”, que les permite, llegado el momento, cometer abusos.



Una sociedad que fuese menos desigual no tiene la forma de una pirámide sino que se le percibe gráficamente con la imagen de una cebolla: ello se explica por tener en su interior una fuerte y numerosa clase media, una base menos extensa en gente pobre y una cúpula con un vértice mayor. Nótese que de la descripción anterior se deduce que este es un edificio sin ascensores. Es una sociedad sin movilidad social ascendente, es una comunidad donde sus habitantes probablemente no tienen futuro. ¿Ni para ellos ni tampoco para sus hijos?

Cuando lo leí me enojo un poco, aunque si lo razonamos objetivamente tiene mucha lógica y razón. Los invito a que lo lean completo, es bastante interesante vernos como sociedad, desde afuera, siendo "un edificio hecho mierda".

Esto es un pequeño resumen si quierén leer más este es el link.

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