¿Por qué re putas estamos como estamos?

Fui al Museo del Ferrocarril a ver una exposición sobre la historia de Guatemala, desde la llegada de los españoles, (aunque dicen que fueron los mexicanos los que primero vinieron a hacer estragos aquí a Guatemala), todas las épocas, la Colonia, como se fueron derivando los ladinos, los mestizos, los mulatos, luego toda la historia de Ubico, luego el Conflicto Armado Interno, hasta la supuesta firma de la Paz “Libre y Duradera”.

Toda la historia de la humanidad, no sólo en Guatemala, sino en todo el mundo, ha estado marcada por choques culturales como la discriminación, el racismo, el odio, la pobreza, el dinero (que mueve al mundo), pero todo esto radica, desde mi punto de vista, en un problema que engloba todo y es la supuesta “incultura”, la falta de información (desinformación), y el engaño.

Guatemala, más bien su pueblo y su gente ha vivido siempre con miedo, miedo que hemos venido acarreando desde nuestra conquista hasta nuestros días. Miedo a ser libres, como tenemos derecho, miedo a expresarnos, como también tenemos el derecho, miedo hasta de las personas.

Me llamaba mucho la atención en la exposición a la que fuimos que se habla mucho de la discriminación hacia los indígenas. Había un stand con forma de camioneta urbana en la que pasaban un video de Guatemala, y hubo una parte en donde pasaron a una indígena hablando por celular, y el nos decía que por qué todos se sorprendían al verla a ella con un aparato moderno, incluso mejor del que muchos de nosotros tiene, eso me puso a pensar: “Creía que no era racista, pero lo soy”, porque cuando vi esa parte me sonreí.
Es un choque al que nos enfrentamos todos los días y no nos damos cuenta, somos racistas en nuestra forma de hablar, de pensar y de ver el mundo.
¿Cuál es la diferencia entre ellos y nosotros? ¿La existe? Después de ese recorrido cualquiera, incluso yo, pensaría que no la hay, “todos somos iguales”. En la Constitución Política del país dice: Articulo 4 Capítulo 1, Libertad e Igualdad. En Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos. El hombre y la mujer, cualquiera que sea su estado civil, tienen iguales oportunidades y responsabilidades. Ninguna persona puede ser sometida a servidumbre ni a otra condición que menoscabe su dignidad. Los seres humanos deben guardar conducta fraternal entre sí.

¿Pueden creer eso? Ni una sola oración es cierto. Nada de lo que dice ese artículo es cierto, nada se cumple, nada cumplimos, nada se respeta.
Sigamos con los indígenas, me gusta hablar de esto porque en Guatemala creo, si no estoy mal, alrededor del 70% de la población.
¿Qué me hace diferente de un indígena? Mis antepasados han de haber sido indígenas, no lo dudo. ¿Es acaso mi ropa la única diferencia? ¿Mi nivel económico? ¿Mi estatus social? No lo creo. ¿Qué me hace diferente de la señora que hace la limpieza en mi casa? ¿Del jardinero? ¿Del señor que recoge la basura? ¿Del presidente del país? Absolutamente nada.
¿Pero entonces por qué decir que no es cierto que todos somos iguales? No todos somos iguales por la educación que tenemos, y esa es la respuesta a la pregunta, y a todas las demás preguntas que puedan existir sobre el tema.
¿Por qué estamos como estamos? Por que NO EXISTE EDUCACIÓN.
Somos todavía un pueblo, campesinos arriando vacas, somos limosneros, esperando que “papa gobierno” nos mantenga.

Me enoja tanto el hecho que manipulen a las personas a su sabor y antojo, me enoja el hecho que todo es una mentira y lo sabemos. No tenemos ideales, no tenemos líderes, ¿Por qué? Por que no hay educación.

¿Qué pasa con toda esta gente que vive en el interior? Ellos tienen 12 hijos, primero porque donde viven no llega la luz, entonces a las 6 de la tarde que ya está oscuro no tienen nada más que hacer que hacer más hijos. Segundo, es mano de obra gratis. Tercero es una fuente de ingresos económicos porque desde muy pequeños trabajan o piden limosna o se paran enfrente del tráfico a hacer malabares para recibir un quetzal por carro.
Las municipalidades, (las pocas que lo hacen) construyen escuelas. ¿Las personas mandan a sus hijos? No, ¿por qué? Simple, tienen que trabajar.
¿Qué pasa cuando ese niño tiene hambre y no tiene dinero? Roba. Ahora es un ladrón. ¿Qué viene después? Se integra a una mara. Ahora es marero. ¿Luego? Extorsiona a personas inocentes que trabajar duro día con día para ganar lo que tienen y si no tienen los matan. Ahora ese niño hambriento es un asesino.
¿Cómo paso de ser un niño con hambre a un asesino? LA FALTA DE EDUCACIÓN.

No hay que ser un genio para llegar a esta conclusión.

Me fascina ver como toda la vida nos han visto la cara de estúpidos, y seguirán haciéndolo. El más claro ejemplo: El abogado Rodrigo Rosemberg acusa al presidente de la República de ser un asesino. ¿Sorpresa? No, no es sorpresa, todos lo sabemos, sabemos que Efraín Ríos Montt es un asesino, ladrón y corrupto. Su nombre está escrito en las esquelas de Rabinal en Quiché, en donde lo culpan por el asesinato de miles personas para el conflicto armado.
Sabemos todo lo que robó Alfonso Portillo, y no hicimos nada.
Estos señores dirigen nuestro país. Estos y muchísimas personas más sin valores, ladrones, cerdos sin escrúpulos.
Y todavía nos atrevemos a preguntar ¿Por qué estamos como estamos?

No existe un ejemplo más claro de desinformación que el que estamos viviendo actualmente, no cabe en mi cabeza como pueden haber personas apoyando a Alvaro Colom. Aquí entra el engaño y el racismo. Toda esta porquería de gente que nos gobierna, viene y trae gente del interior, les da Q.50 al día y les dicen vayan y dicen que apoyan a Alvaro Colom, lo mismo que sucedió el famoso “Jueves Negro”.
¿Por qué solo vemos indígenas protestando a favor de Colom o a favor de Portillo? Ellos saben que la gente de interior no tiene educación, está desinformada, y los compran.
Discrimino a toda esta gente, los mataría si pudiera. Son la escoria del pueblo, la que no permite que salgamos del hoyo, o más bien abismo cultural en que nos encontramos.

No nos preguntemos más por qué estamos como estamos, porque simplemente queremos. Y es la realidad. Hasta que no haya educación este país no va a prosperar. Más allá de los puentes culturales, más allá de la discriminación, más allá de todos estos problemas tenemos que aprender a aprender. Somos un país lleno de errores, fracasos, corrupción, delincuencia, y muchísimas cosas más, pero existe algo positivo en todo esto, tenemos todavía la opción de aprender y educarnos. Abrir nuestra mente y reclamar nuestros derechos, no los que dice un estúpido libro llamado Constitución, que el mismo presidente se pone de sombrero, sino derechos humanos. Derechos que simplemente por vivir en el mundo se nos fueron dados, derecho a tener derechos, derecho a ser respetados y media vez seamos respetados vamos a crecer y todos estos problemas culturales acabarán, media vez las personas usen un poco la cabeza, sólo un poco.

Ahora cambiaré la pregunta. ¿Qué está haciendo usted por hacer que esta situación cambie?

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